¿Máquinas de guerra o basura?
Da rabia oír a Gustavo Petro o a Iván Cepeda, dizque preocupados porque dos adolescentes guerrilleras murieron, en un bombardeo a un campamente selvático de las disidencias de las FARC en el Guaviare y nos da risa, porque a ellos no les importa la muerte de nadie, salvo la de un cuadro suyo pero para armar una pataleta revolucionaria, porque ambos fueron “educados” en el odio y la violencia comunistas, organización internacional de criminales, que forma a sus cuadros, enseñándoles que todo, sin excepción alguna, vale en la guerra y que lo que menos importa es el tal Derecho Internacional Humanitario (DIH), el cual violan diariamente sus cuadros en Colombia, en Venezuela, en Cuba, en Rusia, en China y en Nicaragua, de la manera más afrentosa.
Ellos son los íntimos amigos y los defensores de los narcoguerrilleros y violadores de niños y no tienen inconveniente alguno en sentarse a manteles con ellos, con los que incurrieron o con los que incurren aun y diariamente, en delitos de lesa humanidad. Ninguno de los dos ha hecho ni hará absolutamente nada para que las guerrillas supuestamente desmovilizadas con motivo de la firma del falso y mentirosísimo acuerdo de paz ─ el que para nada nos ha servido a los colombianos, salvo para destruir aún más nuestra seguridad y poner en juego nuestras libertades─ reintegren a la sociedad a los niños que secuestraron para la guerra, como lo prometieron al firmar ese bodrio de mentiras y mucho menos, para que las narco disidencias al servicio de la Habana, las de sus grandes amigotes, dejen de reclutar (secuestrar) a menores, a niños inocentes, para pervertirlos en el odio, en el crimen y de paso utilizarlos en sus guerras como escudos humanos.
Cuando los niños llegan a un campamento guerrillero, no solo los violan y les dan entrenamiento para soldados, sino que los obligan a fusilar, a asesinar, a algunos de sus compañeros, por cualquier falta menor, como una tentativa de fuga o el no cumplimiento de una orden, para volverlos así sanguinarias y desalmadas máquinas de guerra. Eso fue lo que les enseñó a estas bestias su idolo, el Che Guevara, en su manual de guerrillas: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.”
¿Qué tal que el señor ministro de defensa o el señor comandante de las fuerzas militares dijera que nuestros soldados tienen que ser máquinas de matar, guiadas por el odio?, pues eso es lo que predica Cuba, la promotora del odio y de la violencia en las Américas y ahora resulta que estos sinvergüenzas, los integrantes del brazo legislativo de la FARC en el congreso, son los que les van a dar clases de ética militar a los miembros de nuestras fuerzas armadas.
Las mujeres guerrilleras, tanto las que fueron secuestradas o reclutadas por la fuerza como igualmente las que se regalaron para la causa, son violadas sin compasión y sus fetos arrancados a la fuerza de sus entrañas: “Sáquele esa mierda y si se niega dele piso a esa perra” ordena el comandante guerrillero y futuro senador de la república. Cada niño, como lo dice el señor ministro, es convertido en una máquina de guerra y agrego yo y en un juguete sexual y en basura de la misma guerra, pues cuando ya no lo necesitan simplemente lo asesinan y lo tiran a una zanja y ¿esos, amable lector, son los gobernantes por los que usted va a votar? ¿Son esos personajes, los que ustedes espera impongan la que, segun ellos, debe ser la educación de sus hijos?
Como los extremos se tocan, lo mismo hacen las autodefensas de derecha, ellas también utilizan niños de 8 y 10 de edad, como los pisa suaves de la guerrilla, para asesinar personas, como se ve en algunos videos que ruedan por internet.
¿Cómo deben reaccionar nuestros policías o nuestros soldados en frente de un asesino experimentado, de unos ocho (8) o diez (10) años de edad, armado y certero para disparar? ¿Enfrentarlo con una recreacionista, con un osito o un Galil?
El Petro y el Cepeda de progresistas no tiene nada, porque de acceder al poder lo primero que harán será destruir el aparato productivo, lo mismo que vienen haciendo los comunistas desde hace ciento cuatro (104) años, para que la miseria nos iguale a todos, menos a ellos. ¿Qué tiene eso de progresista? Estos sinvergüenzas no son progresistas son comunistas, que es distinto, son réplicas de Maduro, de los Castros (nepote) y de Ortega.
Nuestro ejército si es respetuoso del DIH y ha dado muchas pruebas de ello y hasta donde me alcanza para el bombardeo en el Guaviare, ni la inteligencia ni los videos daban cuenta de que hubiere menores o civiles en el campamento de Gentil Duarte, situado en medio de la selva, ósea que el principio de precaución si se atendió por parte de la fuerza aérea. (Arts. 1 y 22 DIH).
Prueba de ello es que solo cayó una menor de 16 años, pues se dice que la otra adolescente cayó en un combate posterior, lo que era imposible de advertir. Allá no se asesinaron niños, como faltando a la verdad, lo denunció el petrista de Holman Morris, especialista en desinformar y calumniar al ejército. El responsable de la muerte de esas menores, el que se defecó en el principio de precaución del DIH en las selvas de Guaviare, fue el tal Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, quien las reclutó ilegalmente para el combate y para atacar a la población civil.
La izquierda adelanta contra el ejército y la policía una infame guerra jurídica que cuenta con la colaboración estrecha de jueces gramcianos, de periodistas vendidos, pagados con dineros ensangrentados de las guerrillas, de agencias internacionales, cubanas y venezolanas, amparadas por rusos y chinos interesados en despojarnos de nuestros recursos naturales y, por lo tanto, nuestras fuerzas del orden tienen que generar una brigada para neutralizar esos ataques “jurídicos” y mediáticos y por ello, hoy, a Petro y a Cepeda los señalo, para decirles: ¡Hay están, ustedes son, los que venden la nación!
El comunismo amenaza y de qué manera nuestras libertades y ello ya nos lo había advertido suficientemente el doctor Gonzalo Restrepo Jaramillo, desde 1956, en su muy interesante obra “Peligro en Occidente”. Hoy tenemos que fortalecer nuestras fuerzas militares que fueron capitidiminuidas por el mamerto de Santos, el gran traidor a la patria y romper, a la brevedad, relaciones con Cuba y Rusia, países que, de la peor mala fe, atentan contra nuestra democracia, como lo denunció ante el congreso de los Estados Unidos la congresista María Elvira Salazar y, en mi opinión, para saquear nuestros recursos naturales, insisto.
Coletilla 1.- Se pregunta la revista Semana ¿Por qué le temen a Petro? En mi opinión, porque es un comunista mentiroso ─valga la redundancia─ como Chaves. Por ejemplo, declaró que: “Si soy presidente, no me arrodillaré a poderes extranjeros” y ello también nos produce risa, porque desde niño está arrodillado a los dictados rusos y cubanos, sin que podamos olvidar que es defensor acérrimo de las inmundas dictaduras nicaragüense y venezolana y por ello aplaude todas sus felonias.
Coletilla 2.-Al sicario venezolano hay que juzgarlo y condenarlo prontamente, pues las pruebas en su contra abundan y no enviarlo a Venezuela, para que Maduro y el ELN le hagan un homenaje “militar” y le paguen la recompensa que ofrecen por cada policía colombiano asesinado.
Coletilla 3.-Que la Policía investigue cuántos sicarios y atracadores liberó Maduro de las cárceles venezolanas, con la condición de venir a delinquir a Colombia y convertirla en un infierno.
José León Jaramillo Jaramillo es abogado litigante, reconocido columnista de opinión . Además, ha ocupado importantes cargos en los sectores público y privado, como que fue procurador general de la nación (e). Leer más.