Acabando con la Policía

«Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor»

Ruth Bader Ginsburg (q.e.p.d)

En algún manual para turistas leí que, en la América Latina, con la Policía ni se pelea ni se discute.

La frase es aplicable no solamente para los policías latinos, sino para cualquier policía del mundo, pues es indiscutible que quien pelea o discute con estos servidores de la ley, en cualquier parte del mundo, generalmente lleva las de perder y, dependiendo de las circunstancias, puede llegar a perder hasta la vida, que fue lo que le pasó a George Floyd, cuyo frio y afrentoso asesinato condené o a Javier Ordoñez, sobre cuya muerte no tengo aun la certeza, más allá de toda duda razonable, de que fue lo que realmente la causó y por ello me abstengo de calificarla, pues la presunción de inocencia cobija a los policiales involucrados en el hecho. En estos casos lo que procede es permitir que las autoridades investiguen y no contaminar a la rama judicial con presiones políticas indebidas, como suelen hacerlo los mamertos, expertos en fabular crímenes y en mentir.

Los dos casos son muy distintos. Floyd, al parecer, se negó a subirse a una patrulla alegando sufrir de claustrofobia y fue asesinado a sangre fría, por los policiales que lo capturaron y quienes, no obstante que ya lo tenían absolutamente dominado, frente a las cámaras, lo asesinaron asfixiándolo mecánicamente; el caso de Ordoñez es el de un ebrio, quien según un audio que circuló en redes, estaba participando en una riña y por ello, un par de policías inexpertos en capturas, trataron de reducirlo y como éste se resistiera y estos no pudieron dominarlo, lo golpearon y le propinaron descargas eléctricas, pero sin que el vídeo sea la prueba plena de que por esos golpes falleció, pues hay comentarios de que el golpe mortal lo puedo haber recibido en el CAI.

Si Ordoñez hubiera sido respetuoso con esos policiales nada le hubiera pasado, pues todos los seres humanos, somos susceptibles al buen trato, salvo los vándalos y los guerrilleros castristas, como los de las FARC o del ELN, quienes son formados en el odio y en el deseo de asesinar y de violar a los demás y por ello no responden a los que les dicta la Biblia sino a lo que les dicta el manual de asesinatos o de guerrillas del Che, distribuido por la Habana; documento escrito para sembrar el odio entre los pueblos y que les enseña a aquellos a matar policías y militares, con libros bomba, caballos bomba y bebes bomba. El Che era un terrorista, quien confesó que sentía placer al asesinar a los demás, como lo sintió un francotirador nicaragüense que le disparó a la cabeza de un bebe de 14 meses, cuando su padre lo llevaba en sus brazos a la casa de sus abuelos.

https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/09/20/la-represion-de-daniel-ortega-asesino-a-su-bebe-en-el-acta-de-defuncion-pusieron-suicidio-y-la-policia-lo-acosa-para-que-no-busque-justicia/

En Colombia, los policías involucrados en la muerte de Ordoñez ya fueron capturados y, al parecer, serán imputados y otros policiales que se vieron forzados a participar en la manifestaciones, también serán investigados y no me extrañaría que algunos de ellos resulten condenados, pero en el paraíso socialista venezolano, el que defienden a rabiar Petro, las FARC y los psicópatas del ELN, cinco millones (5.000.000) de venezolanos lo perdieron todo y se vieron obligados a huir de ese Estado prisión y de las fuerzas salvajes del régimen, quienes tienen centros de detención y tortura, manejados por los cubanos, como lo denunció la ONU. Y precisamente una misión de la ONU condenó la masacre de Barloventeo, en la cual doce (12) jóvenes fueron asesinados vilmente y lo que más les impresionó a los miembros de la misión, fue que el responsable de esa masacre hubiere sido condecorado por Maduro. Con otras palabras, que son las de la BBC: “…El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y otros miembros de su gabinete fueron acusados este miércoles por las Naciones Unidas (ONU), de perpetuar crímenes contra la humanidad…” “De haber cometido Violaciones atroces” y sus socios y defensores en Colombia, tiene el descaro de llamar a llamar a su partido el de la Colombia Humana. Ese término, según doña María de Moliner, se “… aplica a la persona que siente solidaridad con sus semejantes y es benévola o caritativa con ellos: ¿Si serán humanos Petro y sus secuaces? Como dicen en Santander: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces.”

Es muy lamentable la muerte del abogado Ordoñez y entiendo las protestas y las manifestaciones por el indiscutible abuso de fuerza policial, pues son legítimas, lo que condeno es el oportunismo político de los partidos de izquierda, con brazo armado, que vandalizaron las protestas. Lo que buscan estos partidos en que sus vándalos, durante las manifestaciones ataquen a los policías y traten de asesinarlos, lanzándoles piedras o cocteles Molotov, los insulten, los toreen, para que reaccionen violentamente y para que ojalá golpeen o maten a alguien, para dedicarse a perseguirlos. Esos partidos, a través de sus vándalos criminales, “Golpean al lobo hasta que lo hacen morder, para poder decir que es malo.”  El sueño de estos mamertos en cada manifestación es el de que se presente el mayor número de muertos, para sembrar el odio y el descontento y debilitar las instituciones para tomarse el poder.

En su columna de hoy German Vargas Lleras nos recuerda “…que Hace 60 años, Alberto Lleras Camargo abogaba por una Policía Nacional única, apolítica y profesional. Sostenía Lleras que los partidos extremistas tenían la consigna de llevar a organizaciones como la Policía y las Fuerzas Armadas a la anarquía y el desprestigio, lo que las hacía más vulnerables y de donde no podían salir victoriosas, porque “cuando se pierden la confianza, el respeto y el afecto se mina definitivamente a las instituciones”. (La negrilla y las subrayas son mías)

En esa labor, la de desacreditar permanentemente a nuestro Ejército y a nuestra Policía, para facilitar la destrucción de Colombia como lo hicieron los zurdos con Nicaragua y con Venezuela, además del comandante Santiago, colaboran decididamente Caracol, la de los españoles y El Espectador.

Es cierto, adicionalmente, que el gobierno nacional y los altos mandos de la Policía, deben invertir más en la formación en derechos humanos de esos policiales.

Pero no solo se debe invertir en la formación de nuestros policías y militares, sino en la formación en valores de nuestros parlamentarios y senadores, sobre todo en aquellos que defienden y patrocinan el accionar de los vándalos, aprueban los cultivos ilícitos, los paros armados, las actividades del narcotráfico, de la minería ilegal y aplauden a rabiar a las dictaduras castristas y a todos los crímenes que en ellas se cometen y sobre todo educar a los políticos y a muchos empresarios, para que no continúen robándose los recursos de los más pobres, cobrando comisiones, inflando los contratos o recibiendo Petrochuspas.

Gustavo Petro, Aida Abella, Timochenko, Gustavo Bolívar, María José Pizarro, Angela María Robledo, Juanita Goebertus, Iván Cepeda, Griselda Lobo, Julián Gallo, entre otros, son los enemigos naturales de las fuerzas armadas y de Policía y, por lo tanto, no desean el bien para ninguna de dichas instituciones y cualquier proyecto suyo para reformarlas solo buscaría destruirlas, para tomarse el poder, en beneficio de los Castros.

La criminalidad está disparada y de manera impresionante en campos y ciudades y es necesario que todos los ciudadanos nos organicemos con la Policía para defender nuestras vidas, honra y bienes, antes de que sea demasiado tarde. Aplaudo a los habitantes de Envigado, quienes defendieron el CAI del parque y a sus policías de los malandros. No más vándalos y delincuentes en las ciudades. Hay que crear grupos para protegernos de los ataques de los violentos.

Han sido muchos los policías que han muerto o fueron lesionados por los vándalos durante las salvajes protestas políticas de la Colombia Humana, de Fecode y de las guerrillas y por ello aplaudo el gesto del presidente, el de brindarles su solidaridad a los agentes, vestido con su uniforme, prenda que honra a cualquier colombiano de bien. “Agente Duque: ¡Dios y Patria!”

Yo me siento muy orgulloso de nuestras fuerzas armadas y de Policía y vi policías discutiendo con otros por golpear a algún detenido, pero no dejo de reconocer que necesitamos más y mejores policías y los Estados Unidos también (Floyd), pero como lo dijo un oficial retirado de la institución policial “…No podemos reclutar e incorporar los mejores agentes con salarios de obreros. No podemos reclutar jóvenes de clase media hacia arriba porque no se presentan para la incorporación, pues sembraron en ellos el odio hacia la profesión policial. No podemos tener la mejor selección por cuanto son escasos los candidatos para las grandes necesidades. No podemos enfrentar a la delincuencia mientras las leyes los protegen y les conceden las máximas garantías, las mismas que se le niegan al policía. No podemos aceptar que los errores de un policía, se le imputen a toda la institución. No podemos aceptar que la izquierda imponga sus condiciones y sus comisionados para reformar a la Policía como lo hicieron para crear la JEP, pues ello sería politizar a la policía. 

¿Qué otra policía del mundo produce más resultados con tantos héroes como la policía colombiana en el combate contra la delincuencia? ¿Qué otras instituciones son centenarias y cuentan con tanta historia y héroes?

Las policías del mundo tienden a ser nacionales y no municipales. Propongamos soluciones reales, con personas conocedoras y con presupuestos adecuados y no busquemos soluciones irreales y presionadas para favorecer tendencias de interés político ¿Cuáles son las razones para ir contra la lógica? Una sola: destruir las instituciones que garanticen la democracia para que la izquierda se tome el poder.

Es la misma Policía Nacional y no sus asesinos, quienes deben reformar la institución.