¿Votar o no votar por un Socialista?

¡Ojo con las elecciones del 2022!

Un amigo, molesto con mis críticas a Petro, me dijo: hombre León, vos dizque tan liberal y no sos capaz de votar por un socialista, a lo que le respondí: por un socialista de verdad, por alguien honesto, por alguien a quien realmente le importe la gente y quiera trabajar por ella y por su bienestar y que no pretenda auxiliar a las potencias extranjeras que nos explotan, claro que si votaría.

Me refiero, le dije, a un candidato como José Mujica Cordano, quien engrandeció al Uruguay y mejoró la calidad de vida de los uruguayos, permitiendo el fortalecimiento de sus empresas y de su comercio, sin descuidar para nada lo social, pues se trata de un hombre que nunca se ha robado un peso del Estado, que no cuenta chuspas con dinero de oscuro origen, ni secuestra ciudadanos, ni promueve primeras líneas criminales, ni paraliza ambulancias, ni destruye empresas con bloqueos criminales de vías, ni viaja por Europa, ni usa zapatos Salvatore Ferragamo. Por el contrario él sostiene que los presidentes deben vivir «…como vive la mayoría, y no como vive la minoría» y por ello afirma que «a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política; son un peligro». Es un hombre que vive en una pequeña parcelita, en una casita muy humilde y como un campesino pobre; es un ejemplo de vida, como lo fueron el maestro Echandía o los Lleras.

Mujica sostiene que hay que desarrollar el campo, las siembras y la ganadería para generar empleo y paliar el hambre de los más pobres y evitar, de paso, las importaciones; es alguien que sostiene que a los empresarios productivos no hay que expropiarles sus bienes para que se vayan del país y destruir así a la economía y generar hambrunas, a lo Chávez o a lo Castro, sino, simplemente, cobrarles impuestos.

No habla con odio ni de los comerciantes ni de los industriales, de quienes dice que son necesarios para generar recursos y que, por lo tanto, nunca los persiguió, porque él es socialista pero no un idiota.

Tampoco cree en la dictadura del proletariado, pues considera que no tiene nada de proletaria pero si de dictatura. En una palabra, el compañero José Mujica Cordano no es un comunista castrista, no es un hampón, no es un delincuente.

Pero fui enfatico en manifestarle, a mi amigo, que no votaría por los falsos socialistas cubanos, como Petro, quienes promueven unas organizaciones criminales de malandros y de chafarotes narcotraficantes, como las que impusieron en Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde sus pueblos pasan hambre y sufren de la represión más salvaje, mientras sus nuevas estructuras de poder se dedican a frenar, a las patadas, el desarrollo de toda la América latina y ello, siempre, tratando de defender y de sacar adelante, como sea, los intereses de otros países que nos explotan y que nos despojan de nuestros recursos naturales.  

Son unos sinvergüenzas, defensores de los cultivos ilícitos, de los laboratorios de drogas, de la minería ilegal, de los grupos terroristas violentos como los de las FARC y el ELN ─de los cuales forman parte las primeras líneas de terroristas urbanos─, de los actos terroristas, como los de la brigada 30 y de unas burocracias corruptas, que lo primero que hacen es reprimir al proletariado de la manera más violenta, para generar terror en la población y despojar, en su favor, a los ciudadanos de todo lo que tienen, como lo hace el atracador de la esquina.

¿Para qué ha servido la revolución cubana? ¿En que ha beneficiado al pueblo o cuál ha sido el progreso que ese pueblo alcanzó, en los últimos 62 años de tiranía y desgobierno de los Castros, de los dinosaurios comunistas? Lo que hicieron fue repartir la miseria más absoluta entre la mayoría de la población, que hoy clama, solamente a gritos, por sus libertades pérdidas inútilmente. Sus ciudadanos no tienen ni medicamentos, ni comida, ni televisión satelital, ni teléfonos celulares, ni Internet, ni nada. El cuento de la salud y de las medicinas es mentira y el de la educación también o será ¿Qué el progreso se mide por el mayor grado de miseria de la población? Y por ello, estos comunistas, se hacen llamar, hoy en día, progresistas. ¿Progresar es destruir un país con una manada de hipopótamos?

Esa revolución solo ha servido para sembrar violencia y odio en las Américas y para tratar de enfermar de odio a la mayoría de los ciudadanos, pero en Cuba, luego de 62 años de represión salvaje y de una diáspora sangrienta, no lo lograron, pues el pueblo solo grita «Patria y vida«. ¿En Cuba no hay ricos? Claro que sí: la elite, los Castros y sus familias, Maduro, Ortega y sus ejércitos sicariales. Tambien reciben como a reyes a los comandantes de las guerrillas que roban para ellos y a todo terrorista que les aporte dinero. Santrich vivió allá seis años, en la Cueva del Oso, bebiendo y golpeando prostitutas.

Necesitamos un candidato honesto que lo único que le interese sea contribuir a solucionar los grandes problemas nacionales y no a enriquecer a los grupos que nadan en dinero. Ojalá nuestra clase dirigente lo entienda de una vez por todas y deje de financiar politiqueros de medio pelo, para que les ayuden a robar, antes de que sea demasiado tarde.

El que vote por Petro verá perecer todo lo que tiene y si es de la primera línea, no se podrá volver a quejar en su vida, porque allí si lo asesinarán y rapidito, mientras todos los mamertos del mundo aplaudirán esos crímenes de la izquierda, como lo hacen actualmente con los de China, Rusia , Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Coletilla Nro. 1.- Fiscalía. A la fiscalía hay que prohibirle que siga poniendo el buen nombre de las personas que investiga en la picota pública, pues los investigados y los procesados tienen derecho a la presunción de inocencia hasta el día en que sean condenados. Sobre el particular la Sala Penal de la Corte, sostiene que la reserva sumarial “…tiene por objeto asegurar condiciones que permitan la correcta investigación penal…” y “…preservar la presunción de inocencia…” y, por lo tanto, según la alta corporación, “…sólo estarán sujetos a reserva los documentos o pruebas que afecten dicha presunción.” ¿Cómo se le ocurre a la Fiscalía, entonces, informar que imputará al general ® Mario Montoya, por su presunta responsabilidad en 104 ejecuciones extrajudiciales, máxime cuando, al parecer, no tendría competencia para hacerlo, por haber sido desplazada por la JEP?. Ello no solo dificulta la defensa del general, sino que pone en riesgo su vida.

La civilidad exige que se trate con respeto no sólo al juez sino también al que ha de ser juzgado e incluso condenado y lamentablemente una buena parte de la prensa radial y televisiva, para incremetar el rating, no respeta a nada ni a nadie, pues no es una prensa que informe veraz e imparcialmente como lo manda la constitución (Art. 20 C.P.) sino una que manipula a la opinión, que juzga y condena, a la volandas, sin formación, con mentiras, con ansias de circo y sobre todo de dinero.

Coletilla Nro. 2.- Haití.  Es necesario que nuestro ministerio de relaciones exteriores se contacte con las autoridades de Haití y con el FBI, para tratar de resolver a la brevedad, la muy difícil situación de los soldados ® colombianos, detenidos en ese país, máxime cuando hay algunos de ellos heridos, que no han sido curados siquiera y quienes, además, se quejan de que están siendo torturados, para obligarlos a confesar conductas en las que no incurrieron. Es un problema de humanidad. ¿Será que los haitianos no recibieron de Francia sino el idioma, pero no los legados de justicia de la revolución francesa?