¿Qué pasó el viernes en la asamblea de la Universidad de Medellín?

Informe a la comunidad universitaria

La asamblea tuvo inicio a la hora prevista y se desarrolló tanto presencial como virtualmente. Presencialmente en el coliseo cubierto del claustro, lugar en el que se dispusieron las mesas necesarias ─ dotadas cada una de ellas con un computador─ para que los asambleístas, los que nos inscribimos para participar de manera presencial, pudiéramos ingresar a la asamblea y virtualmente pudieron asistir a la asamblea, los asambleístas que se inscribieron para asistir a ella virtualmente, a través de un enlace (link) que les suministró la administración, todo ello en estricto cumplimiento de las normas de pandemia.

Se ingresaba a la asamblea digitando en el computador o en el celular el número de la cédula del asambleísta y una clave secreta que, a cada uno de los asambleístas, les envió oportunamente la administración a sus correos electrónicos.

Verificado el quorum, designada la comisión correspondiente para elaborar el acta de la reunión, rendido el informe del presidente sobre sus dos años de gestión, la señora revisora fiscal rindió el suyo, en el que garantizó, con  las concebidas frases de cajón que repiten estos profesionales, que los estados financieros no arrojan irregularidad alguna, lo que no es cierto y por ello, en el 2020, los consiliarios Edgar Arrubla Cano, Joaquín Guillermo Gómez Giraldo y quien esta columna escribe, no aprobamos los estados financieros del 2019, por las razones que de manera detallada consignamos en una  extensa constancia, pero, en síntesis apretada, consisten que esos estados financieros no permiten ver la realidad de lo que realmente aconteció en ese periodo, pues, las cifras en sí mismas, nada le dicen a quienes las analicen, si no vienen acompañadas de notas contables detalladas, las que echamos de menos en todos los informes que se nos rindieron, como que de su análisis saltaba a la vista que no se les dio cumplimiento a algunas normas tributarias y menos a las normas internacionales de información financiera (NIIF), vigentes en Colombia, como que nos preocupaban ciertos descubrimientos que nos llevaron a solicitar sendas auditorías externas, cuyos hallazgos llevarán a la administración, en su momento, a presentar las denuncias penales correspondientes.

El asambleísta Luis Fernando Martínez Sierra, profesor universitario desde hace más de 40 años, experto contador y tributarista, leyó un escrito recomendándole a la asamblea no elegir como revisora fiscal de la universidad a una multinacional, pues muchas de ellas, las que el listó, han  sido muy cuestionadas, como la de Reficar y mucho menos a una compañía colombiana dependiente de alguna de aquellas, abogando porque se defienda el trabajo de nuestros contadores, pero cuando pretendió leer una constancia adicional, que cuestiona la labor de la revisoría fiscal, constancia que compartimos plenamente, la presidencia no se lo permitió. Su constancia reza, así:

                                                       “… CONSTANCIA

DEJADA EN LA ASAMBLEA DEL 2021, EN RELACIÓN CON MI RECHAZO AL INFORME DE LA SEÑORA REVISORA FISCAL DE LA UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN

Las contradicciones en los informes contables y financieros de la universidad y la información creativa

Las Normas contables establecen que se deben corregir y revelar, en forma retroactiva, los errores materiales de periodos anteriores, cuando éstos puedan incidir en las evaluaciones y decisiones que realicen o adopten sus usuarios.

La Auditoría externa contratada por la Universidad, presenta conclusiones totalmente contrarias a lo dictaminado por la Revisora Fiscal del claustro en esta asamblea, respecto al mismo año; la Revisoría fiscal justifica la ausencia de revelaciones y explicaciones fundándose en el criterio de la materialidad, miremos algunos de los más importantes:

  1. Saldos Bancarios y fondos, valor 17 mil millones, el 1,8% de los Activos, ajustados a lo reportado por el banco, sin conciliación.
  2. Inversiones, valor 459 mil millones que es el 49% de los activos, dice la auditoría que ese saldo fue confirmado y que es superior al contable, valoraciones no aceptadas por las normas vigentes.
  3. Propiedad planta y equipo y Propiedades de inversión, valor 291 mil millones, el 31% del total de los activos; sobre ese rubro concluye la auditoría contratada que no hay validación de su existencia y que esos activos se encuentran valorados con criterios diferentes a los permitidos por las normas vigentes.
  4. Control interno. Aseguran el informe de la auditoría y el informe de gestión del señor Rector que, cuando este último se posesionó, no había control interno en la Universidad y por su parte la Revisora Fiscal dictaminó en contrario, cuando manifestó: “Mi evaluación del control interno, efectuada con el propósito de establecer el alcance de mis pruebas de auditoría, evidencia que la Universidad ha seguido medidas adecuadas de control interno”

Y lo más grave, el presidente de la Asamblea no permitió debate alguno, sobre un asunto tan delicado e importante. ¿Dónde quedan la transparencia y la información como protectoras del bien común?

C.P. Luis Fernando Martínez Sierra

Asambleísta

Diciembre 19 de 2021”

Pasando al campo de las votaciones, he de recordar que hace dos años se estableció como regla del juego, en la resolución de convocatoria, que para llenar la vacante de un grupo en la asamblea, los interesados en ser elegidos se debían registrar previamente, lo que solo hicieron tres egresados, sin embargo la asamblea, la del 2019, eligió a otros que no cumplieron con esa exigencia. Demandada la asamblea el Juzgado 13 Civil del Circuito de esa ciudad, le ordenó a la asamblea considerar esos nombres, pero fueron derrotados, aproximadamente, por 50 votos controlados por el ex rector Néstor Hincapié Vargas, contra 36 votos en favor de los beneficiados por la sentencia y lo mismo sucedió con otros cuatro miembros que había que elegir de conformidad con los estatutos, votaciones que se repitieron en dos ocasiones de conformidad con las normas del reglamento del Senado de la república que lo es el del congreso y a las que remiten los estatutos de claustro, por lo que avizoro acciones judiciales contra esta asamblea, razón por la cual no entraré en más detalles.

Luego vino la elección del revisor fiscal, pero aquí los votos prácticamente se dividieron y, por lo tanto, esa elección no pudo llevarse a cabo, debido a que para elegir a ese funcionario, legal y estatutariamente, se requiere una mayoría absoluta que, por las mismas razones antes citadas, no se alcanzó.

Luego vino la elección de los 6 consiliarios, para el periodo comprendido entre el 18 de diciembre del 2021 y el 17 diciembre del 2024 y la votación arrojó el siguiente resultado:

1. Edgar Arrubla Cano, 15 votos

2. José María Berdugo Garavito, 14 votos

3. Néstor Raúl Posada Arboleda, 14 votos

4. Aura Marleny Arcila Giraldo, 14 votos

5. Néstor Hincapié Vargas, 13 votos

6. Alejandro Hernández Hernández, 14 votos

A estos nuevos consiliarios les corresponde la misión estatutaria de elegir los 5 consiliarios restantes. Los tres primeros elegirían dos y los otros tres, otro dos y todos ellos, los 6 elegidos, el quinto faltante.

En el campo de las proposiciones, se presentó una proposición preguntándole a la asamblea si estaba de acuerdo en repetir la votación para elegir revisor fiscal, con el fin de evitar una asamblea extraordinaria y para ello la asamblea votó afirmativamente y se realizó una segunda votación, que finalmente no pudo contabilizarse por lo que más adelante explicaré.

Reforma estatutaria. – Seguidamente el señor presidente le informó a la asamblea que el estudiante de derecho Germán Arenas Betancur presentó un proyecto de decreto para reformar los estatutos de la universidad, con miras a permitir la representación de estudiantes y profesores, con voz y voto, en la consiliatura o consejo superior del  claustro y seguidamente le dio lectura a la carta que adjunto a esta columna, suscrita por la doctora Gina Margarita Martínez Centanaro, la Subdirectora de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación Nacional, quien recomendó oír al estudiante en la asamblea y votar en ella una reforma estatutaria, adecuando los estatutos que rigen al claustro en la forma en que lo ordenan o mandan el artículo 68 de la constitución política y el Decreto 1075 de 2015 normas que, en síntesis apretada, mandan que  “La comunidad educativa participará en la dirección de las instituciones de educación” (Art 68 CP) y que las normas internas deben contemplar la representación, por lo menos, de un profesor y de un estudiante en la Junta o Consejo Directivo o en el organismo que haga sus veces y por lo tanto el MEN concluye que “En concordancia, se debe dar trámite e incluir en el orden del día propuesto para la sesión del día 17 de diciembre de 2021, de todas y cada una de las solicitudes de reformas estatutarias presentadas en los términos establecidos en la referida Resolución, incluida la propuesta por el estudiante Germán Arenas Betancur, la cual fue radicada en Secretaría General el 03 de diciembre de 2021.” Seguidamente el presidente le concedió la palabra al estudiante.

En ese momento el ex rector Néstor Hincapié Vargas y su compañera Aura Marleny Arcila Giraldo, lograron que sus áulicos se levantaran de sus curules y no le pararan bolas ni a la carta de ministerio y mucho menos a lo que decía el estudiante, quien los invitó a ocupar nuevamente sus curules. Cuando el dicente terminó su corta pero sesuda intervención, el presidente llamó a votar esa reforma, momento en el cual Aura Marleny y Néstor tocaron retirada, para dañar el “quorum”; Cuando se retiraban la presidencia los requirió nuevamente para que volvieran a ocupar sus curules, pues era necesario repetir la votación para la elección de revisor fiscal, como lo habia ordenado la asamblea, pues la votación que se había realizado no aparecía en el sistema, pero hicieron caso omiso a su llamado o, con otras palabras, hicieron falta para evacuar el orden del día y por esa razón a quienes se retiraron de la asamblea, sin que se hubiera evacuado el orden del día, la presidencia les debe poner esa falta, para que si vuelven a incurrir en ella, como lo hicieron igualmente en la asamblea del 2019, pierdan su calidad de corporados, ello a la luz de lo dispuesto por el inciso 5 del artículo octavo (8º) de los estatutos de la corporación.

¿Por qué? Porque faltar es hacer falta y ellos hicieron falta para votar las dos proposiciones, la de revisor fiscal y la de la reforma estatutaria ordenada por el MEN. Es que yo fui a la asamblea, me inscribí y luego me retiré, puede alegar alguno, pero es indiscutible que faltó como que faltaron los que se retiraron para abortar el quorum. Como falta un estudiante que se retira antes de que termine la clase o un accionista que se retira antes de que se evacue el orden del día y por ello algunos profesores toman lista al principio y aun al final de su intervención; como faltan, y se nota su falta, unos senadores, que se retiran del salón de sesiones para hundir un proyecto. Doña María de Moliner en su Diccionario de Uso del Español expresa: “…2 Circunstancia de no acudir alguien a un sitio a donde debe ir o donde es esperado, o de no estar en cierto sitio o en compañía de ciertas personas: ‘No notaron tu falta. A las diez faltas borran de lista a los alumnos’. 5 Anotación con que se consigna la falta: ‘El profesor ha pasado lista y te ha puesto falta’. 2 *Ausente, inasistente. 4 Inasistencia, incomparecencia. 5 Circunstancia de no *haber de cierta cosa en un sitio: ‘La falta de seriedad en los tratos’. 5 (Notar, Sentir, Echar en) Circunstancia de no *tener la compañía de cierta persona o de no tener cierta cosa, lo cual causa pena o trastorno: ‘Noto mucho la falta de mi hija. Va a notar la falta de su siestecita’. 5 *Hueco que queda en una serie o conjunto de cosas por faltar alguna de ellas. 1 Claro, fallo. 5 No aparición de la *menstruación en alguna de las veces en que le corresponde, particularmente por embarazo. 10 (en) Cometer una *falta: ‘Si he faltado en algo, ha sido involuntariamente.”, pero en este caso la falta fue dolosa o voluntaria, para que no se cumplieran la Constitución y la Ley.

No obstante las críticas precitadas, esta asamblea les trae buenas nuevas al claustro a la comunidad universitaria y al grupo del que formo parte y, ellas son: garantiza la continuidad de una administración, la de doctor Federico Restrepo Posada, a quien continuaremos apoyando, pues lo ha hecho muy bien y ello de manera seria, profesional y técnica, lo que se colige de la sola lectura del plan de desarrollo que le aprobó la consiliatura, un plan muy bien concebido, proyectado y elaborado y de los acertados cambios que ha realizado en materia administrativa y contable.  Un rector decente que no insulta, con palabras de grueso calibre, a los servidores de nuestra casa de estudio, ni a los docentes ni a los discentes.

El doctor Luis Javier Gómez V, refiriéndose a mi última columna, me pregunta qué “¿Hacia dónde vamos y cómo podríamos corregir estos males?”. Doctor Gómez: el futuro de la universidad, con esta administración, estará orientado a incrementar los cupos tanto de bachillerato y universitarios para las clases menos favorecidas por la fortuna (becas), como a promover la investigación con miras a contribuir a la solución de los grandes problemas nacionales, cuales eran los deseos de los fundadores del claustro y para evitar que un grupo se vuelva a apoderar de la universidad para explotarla en su favor, se requiere una reforma estatutaria que: i) establezca un sistema de pesos y contrapesos; ii) que la consiliatura continue exigiendo que solo se le presenten estados financieros que puedan ser «…comprendidos, de manera didáctica, de tal forma que el lector los entienda y los pueda aplicar eficiente y eficazmente en su rol social, profesional e institucional.”; iii) que el rector no pueda subordinar a sus mandatos a la asamblea, a la consiliatura  y a la revisoría fiscal, como sucedió durante la anterior administración y iv) velando para continúe el trabajo de las recién creada oficina de auditoría interna, la que había cerrado la anterior administración. Igualmente todos los egresados debemos apoyar decididamente a la reciente veeduría externa, para que vele porque los bienes de la universidad solo beneficien a las comunidades más pobres de la ciudad y no a un grupo personas indelicadas.