Debate Trump – Biden

¿Cuál debate?

Un muy alto número de latinoamericanos estuvimos pendientes del debate Trump – Biden, pues del futuro de los Estados Unidos depende el de nuestros países, pero el que presenciamos no fue un debate, pues los candidatos no expusieron sus ideas, ni sus planes de gobierno; simplemente se dedicaron a agredirse verbalmente, lo que no tiene sentido alguno.

Trump no explicó, por ejemplo, cómo va a mejorar sus relaciones con China, ni cuáles ideas o programas va a poner en marcha para dinamizar la economía en la pandemia y en la pospandemia, ni cómo va a mejorar la salud o la educación de los estadounidenses, ni habló sobre los planes que tiene para con los inmigrantes ilegales, ni cómo va a combatir el problema de las drogas, ni cómo va a enfrentar a Cuba ─ la promotora de la violencia y de la anarquía en las Américas─ ni cómo va a manejar sus relaciones con Latinoamérica, ni Biden Tampoco lo hizo.

No fue un debate de ideas o programas que era lo que, más de trescientos millones de norteamericanos y más de seiscientos cincuenta millones de Latinoamericanos, estábamos esperando y ni para qué hablar del resto del Mundo; por lo tanto, la audiencia no pudo decidir cuál de los dos candidatos ofrece el mejor programa, pues no pudo conocer el del Biden.

El “debate” lo hubieran programado mejor El Colombiano y Telemedellín, pues estos medios seleccionan los temas, conceden la palabra, impiden interrupciones, pues cierran los micrófonos de quienes no gozan del uso de la palabra, etc.

Al “debate” le faltó altura y respeto, pues no se trata de vencer sino de convencer. Interrumpir es, adicionalmente, una forma de no dejar hablar y por ello en muchos congresos y juntas del mundo, a un parlamentario o a un miembro de una junta se le conceden cinco minutos para que pueda hablar, sin que nadie lo pueda interrumpir; ello pues nadie con una idea clara necesita más de cinco minutos para exponerla y esa es una buena regla para acordar antes de iniciar cualquier reunión, en la que se espera que los ánimos puedan caldearse, para que la gente aprenda a oírse. “Coca Cola es rica, refrescante y deliciosa”; ahí tienen un mensaje claro, preciso y conciso de tres segundos.

Al oído de CNN: Las traducciones fueron espantosas. Dada la importancia de estos debates para el Mundo, deberían hacerse los debates en privado y luego concederles una hora a los traductores para que hagan un buen trabajo o si insisten en mantener el sistema que crítico, que, por lo menos, eliminen las voces de los candidatos, pues con dos candidatos arrebatándose la palabra a los gritos y un traductor gagueando ─sin saber a quién le traduce─, nada entienden los televidentes. Otra idea sería la de repetir la grabación del debate una hora después en Español o Francés o en Alemán o simplemente doblando la voz de los candidatos.

Tengo una buena imagen de Biden, pero ya los años le pesan. Ya no aguanta un debate, como que no supo manejar al que nos referimos y ello es preocupante, pues si gana las elecciones va a ser otra persona la que realmente ejerza la presidencia, como sucedió en Colombia con Virgilio Barco Vargas, quien se dormía en las recepciones durante la campaña y fue su escudero Germán Montoya Vélez, quien realmente gobernó. Me preocupa que quien lo haga sea Barack Obama, a quien admiraba hasta que visitó a Cuba, porque ese fue un insulto a los miles de cubanos fusilados por ese régimen criminal y a los miles de militares y policías, de varias nacionalidades, asesinados por las guerrillas castristas en Latinoamérica, en su lucha contra el narcotráfico y la delincuencia, sin que pueda olvidar que, al parecer, tiene una estrecha vinculación con George Soros, quien está empeñado en incendiar a Latinoamérica y quien influyó indebidamente en el falso, corrupto, antidemocrático y mal llamado proceso de paz, el que solo nos ha traído más violencia, sangre, mentiras y odio.

Trump dominó el mal llamado debate y por ello formuló votos para que gane las elecciones, pues si bien es cierto que algunas críticas contra él son válidas, no se puede negar que es un gran empresario, quien viene llevando muy bien la economía estadunidense; adicionalmente viene fortaleciendo el estado de derecho, para combatir a las pandillas y a las demás organizaciones criminales, sobre todo para evitar el consumo de drogas y toda la violencia que de aquellas y del consumo de esas sustancias se deriva (law enforcement).

Coletilla. – Vandalismo verbal.- Lamento el violento asesinato del señor Campo Elías Galindo, el copartidario de Petro, de María José Pizarro y de Daniel Quintero Calle, los de la Colombia humana, pero preguntar “…Por eso lo mataron? Por cuestionar al uribismo y al GEA? Por sus posiciones críticas frente a la junta de @EPMestamosahi?…” (sic) como lo hace irresponsablemente la parlamentaria Pizarro o el alcalde al invitar a leer su columna, mostrándose así de acuerdo con su contenido, es forma sucia de incendiar y de calumniar, es vandalismo verbal.

El señor Campo Elías Galindo escribió “…Los responsables de la tragedia financiera, social y humanitaria llamada Hidroituango, apoyados por el Centro Democrático, carecen de credenciales éticas y políticas para hacer veedurías ni controles a EPM.”, pasando por alto que fue precisamente la concejala María Paulina Aguinaga Lezcano, del Centro Democrático, quien durante varios años llevó a cabo, por su cuenta, una investigación a fondo sobre los problemas de EPM, investigación que publicó en el libro de su autoría denominado “epm, para mañana es tarde” y que destapa muy buena parte de la corrupción que corroe a esas empresas. Investigación que fue la que le sirvió a Daniel Quintero Calle el discípulo de Petro, el que se viste de vándalo, para engañar como Santos a los medellinenses y ganar la alcaldía.

Si por escribir columnas contra el GEA mataran a alguien, Juan Paz o el suscrito, quienes hemos escrito duras columnas contra EPM, la junta anterior y aun replicado investigaciones de la concejala Aguinaga y adicionalmente el suscrito columnas contra el GEA , ello desde hace más de cinco años, estaríamos muertos. Es cierto que algunas de esas empresas de ese grupo se han beneficiado indebidamente de la contratación en epm, pero señalar de criminales, de asesinos, a las cabezas del GEA o a los integrantes del Centro Democrático, es otra calumnia, más de la mal llamada Colombia Humana.